En 1998, el West Ham protagonizó
el traspaso más caro por un futbolista de 16 años, al pagar 400.000 libras al Arsenal
por Leon Britton. Su talento no escapaba tampoco de los ojos de los publicistas,
que le eligieron para encarnar en un spot a un supuesto Ryan Giggs adolescente.
La apuesta futbolística de los ‘Hammers’ no estuvo a la altura de la económica,
así que Britton, aconsejado por Frank Lampard -formado también en el West Ham y
con una breve cesión en el Swansea en su bagaje-, decidió irse cedido a Gales. Su
destino, en diciembre de 2002, fue el Swansea de la League Two.
Britton debutó con una derrota(1-0) en el campo del Exeter el 14 de diciembre de aquel año. El Swansea pasaría
aquellas navidades como el peor de los 92 clubes profesionales del fútbol inglés,
al ser el colista de la League Two. Junto a Britton, llegó un canterano del
Manchester United, Alan Tate, y semanas después se incorporó también Roberto
Martínez, que pronto se erigió en capitán y líder del vestuario. Los tres
fueron decisivos para obrar el milagro y salvar al equipo en la última jornada
de aquella temporada 2002-2003. Será casi imposible que aquel Swansea-Hull City
sea relevado por otro partido en el olimpo de los corazones de los aficionados ‘Jacks’.
De hecho, hicieron colectas para poder renovar a los pilares de aquella gesta.
Con los años, el Swansea fue
consiguiendo ascensos y su crecimiento culminó en febrero de 2013 en Wembley,
con la conquista de su primer gran título: la Copa de la Liga. En todas las
plantillas de los ‘Cisnes’ de la última década, incluyendo la actual, está
Britton, que ha defendido esa camiseta en las cuatro categorías. De extremo
derecho en la League Two en el viejo Vetch Field pasó a ser el eje del centro
del campo en el Liberty Stadium en la League One y Championship, pese a sus
escasos 1’68 metros de estatura.
Ese cambio de posición, clave
para la progresión del equipo para llegar a la Premier, fue ideada en 2007 por su
antiguo compañero de habitación y ex capitán, Roberto Martínez. Con el catalán
como mánager se instauró una nueva filosofía de juego representada como nadie por
las cualidades de ‘Little Britton’. Ese mediocentro que no pierde apenas
balones y que a sus 31 años ya les puede contar a los suyos que ayer fue capitán
de un Swansea europeo ante todo un Valencia prácticamente once años después de
haberse estrenado como profesional con los mismos colores, en una triste visita
a Exeter, en un frío sábado de mediados de diciembre de 2002.
--Fotos: Google Images y web oficial del Swansea
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